Reseña: Sueños de Piedra, Marabilia I, de @iriayselene

Resumen

Reseña del libro "Sueños de Piedra"+

Buenas lectores!
Hoy os traigo la reseña del libro que impulsó a la fama a Iria y Selene.

—Tu amor por el pueblo es un asunto… unilateral, Arthmael. Al fin y al cabo, ¿qué has hecho por él?
¿Hacer? Titubeo. Bueno, estaba guardando todas las grandes cosas para cuando ocupara el trono. Y puede que también las ideas sobre esas grandes cosas. Esperaba recibir una iluminación. De momento, solo soy el príncipe. Bajo a la ciudad a divertirme, y supongo que eso significa invertir en las tabernas locales, lo cual es algo digno de admiración, aunque sea a pequeña escala. También cuido de los empleados de palacio, y ellos también son parte del pueblo. ¿O debería decir ellas? Mantengo alto su amor por sí mismas y por mí, y les doy unas horas de relajación cuando vienen a verme.

Datos del libro:

  • Título:Sueños de piedra
  • Autoras: Iria G. Parente/Selene M. Pascual
  • Número de páginas: 573
  • Editorial: Nocturna Ediciones
  • Saga: Marabilia 1
  • Estoy harta. Harta. Harta de cuerpos desconocidos, de ser una muñeca, de que me usen para tirarme, de que me tiren para usarme. Estoy harta de no poder soñar con la luz del sol ni el mundo más allá de esta cama. Estoy harta de desgastar mis manos y mi piel al frotar mi cuerpo con jabón en un intento de sentirme menos sucia. En un intento de borrar el tacto de todas esas personas, el sabor de todos esos cuerpos.
    No quiero seguir aquí.
    No puedo seguir aquí.
    No voy a seguir aquí.

    Sinopsis:

    Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta… y del recuerdo del hombre al que ha matado. Érase una vez…

    Me merezco mi sueño. Me merezco luchar por lo que quiero.

    Las autoras:

    Iria G. Parente (1993) y Selene M. Pascual (1989) son dos jóvenes autoras de Madrid y Vigo respectivamente. En 2012 escribieron su primera novela juntas, Pétalos de papel, que lanzaron gratuitamente por Internet consiguiendo ser leídas por más de 9.000 personas. A partir de entonces, no han querido parar: juntas han seguido soñando y creando todo lo que su tiempo les ha permitido.

    Pero aunque tú no te quieras a ti misma, yo… yo podría hacerlo por los dos, hasta que aprendas.

    Personajes;:

      • Line:
    • es una joven que formaba parte del prostíbulo de la ciudad, lugar al que llegó con 14 años después de huír de la vida en la calle y sus penurias en busca de un futuro mejor. La conocemos cuando huye del prostíbulo dejando atrás un pasado muy oscuro.

     

      • Arthmael:
    • es el hijo de un rey, el presunto heredero al trono pero, debido a una infidelidad de su padre, alguien acude a reclamar el poder. Es un jóven que se va de palacio en busca de aventuras con el fin de demostrar que es un héroé y así recuperar su corona.

     

      • Hazan:
    • es un joven que sueña con ser hechicero, pero su mente es un caos y cada vez que lo intenta un desastre ocurre a su alrededor. Ha sido expulsado de una de las Cuatro Torres de magia y ahora su misión es buscar la cura a la enfermedad que se está llevando a su hermana.

     

    Hay silencios que se alargan hasta la eternidad. Que duelen por cada latido que desgastan. Por cada cosa que no se dice, pero se guarda. Por cada cosa que se entiende de ellos. Por cada miedo que despiertan.
    A esos silencios hay que matarlos antes de que ellos te maten a ti.

    Opinión personal:

    Arthmael, el príncipe de Silfos, ve su vida cambiar de repente cuando surge la revelación de la existencia de un hijo bastardo que reclama su legítimo trono. Mientras tanto, Lynne, una prostituta agotada por las humillaciones y abusos nocturnos, toma la decisión de escapar en busca de un futuro como comerciante que le brinde independencia y estabilidad financiera.
    En un giro del destino, ambos coinciden mientras intentan huir de la ciudad. Arthmael, anhelando la gloria que demostrará su valía como príncipe, y Lynne, ansiando únicamente su libertad y la oportunidad de establecer un negocio para asegurar su subsistencia. Este encuentro fortuito entre un heredero real y una mujer decidida a forjar su propio destino desencadena una serie de eventos que entrelazan sus destinos de manera inesperada. A medida que enfrentan desafíos y buscan cumplir sus respectivos objetivos, la trama se desenvuelve con la promesa de intrigas, aventuras y el descubrimiento de nuevos horizontes para ambos personajes.
    Esta novela se desarrolla en primera persona, ofreciendo dos perspectivas distintas a través de los ojos de Line y Arthmael. Esta estructura narrativa nos permite sumergirnos en los pensamientos de ambos personajes acerca el uno del otro, generando así una notable controversia debido a sus marcadas diferencias de carácter.
    Arthmael se presenta como una figura egoísta, machista y algo insoportable. Por otro lado, Lynne encarna una ferviente feminista que no duda en confrontarlo, defendiendo la igualdad de capacidades entre hombres y mujeres. Este choque de personalidades añade un matiz intrigante a la trama, evidenciando la complejidad de las relaciones y generando momentos de intensa confrontación en la novela.
    Es interesante observar que las autoras, a través de sus perfiles en redes sociales, revelan cómo cada una ha dado vida a estos personajes. Esta conexión entre las escritoras y sus creaciones proporciona a los lectores una perspectiva única, acercándonos de manera más íntima a las mentes creativas detrás de la historia.
    La decisión de incorporar estos pensamientos y debates en la trama se percibe como acertada. En la actualidad, resulta relevante que la literatura refleje la igualdad entre géneros, desafiando estereotipos y mostrando que la mujer no es inferior, sino un ser igual. Esta inclusión aporta una dimensión social y contemporánea a la novela, contribuyendo a un diálogo más amplio sobre la equidad de género.

    Citas:

    Me asusta no poder conseguir tener una vida normal por mucho que lo intente.
    No quiero amor en mi vida, no lo necesito, pero me asusta no sentirlo. Me asusta que alguien me trate bien y no poder darme cuenta de que lo hace. Me asusta desconfiar demasiado del mundo como para no creer en lo bueno. Me asusta darme cuenta de que me he quedado vacía por dentro. Que solo queda lugar para la desconfianza y el odio, para los recuerdos amargos que me siguen acompañando cada noche en mis pesadillas. Ni siquiera sé cómo responder a los gestos cariñosos de Hazan. Ni siquiera sé cómo demostrarles a mis compañeros que les hecogido cariño y que me apenará separarme cuando llegue el momento.
    Se me ha olvidado cómo dar amor de la misma manera que me he olvidado de lo que era recibirlo.

    Las mujeres, pedazo de imbécil, somos igual de válidas que vosotros. Que algunos hayan hecho de este mundo un lugar de hombres no significa que no seamos dignas de vivir en él, de ocuparnos de nuestras vidas, de hacer lo que se nos antoje con ellas. —Su rostro está cerca y noto su aliento, pero, lejos de sentirme atraído, esta vez retrocedo un paso. ¿De qué me está hablando?—. Somos libres e inteligentes, e igual de capaces de realizar cualquier tarea que los hombres.» Además, que en Marabilia las cosas sean así no significa que funcionen igual en el resto del mundo. Más allá de este continente hay países en los que la mujer gobierna sobre su vida y sobre las de los demás. Civilizaciones solo de mujeres. —Como si me interesara—. Si en Silfos y el resto de países de Marabilia siguen pensando en nosotras como… objetos inútiles, es por gente como tú: gente que podría cambiar las cosas, pero decide quedarse en esas leyes no escritas tan cómodas para vosotros y que solo os permiten pensar con el miembro que tenéis entre las piernas.

    Para mí, el amor es un cuento más de otros lugares lejanos. Ni lo quiero ni lo espero, por hermoso que parezca en historias que les suceden a otros. Yo solo ansío vivir mi vida. Ser independiente. Quiero ganar mi dinero de una manera honrada y ver lo que el mundo puede depararme.

    —¿Y tú qué sabrás? Eres una… una… —dudo— una mujer.
    Di que sí, que sienta el desprecio de ese cruel insulto. Eres un orador nato. Arthmael el de la Sucia Lengua.
    —Ese es el argumento que todos los hombres utilizáis cuando no encontráis nada más que reprocharnos: «Solo eres una mujer».
    —Porque vosotras no sabéis nada de la vida. —Mi pie choca contra algo. Rezo para que sea una piedra pequeña y continúo caminando—. Vosotras no tenéis preocupaciones. No debéis decidir nada más allá de qué vestido poneros. Y mientras, los hombres movemos el mundo, por si no te habías dado cuenta. ¿Quién gobierna? ¿Quiénes os mantienen? ¿Quiénes os dan un techo?

    Los Elementos crearon a las mujeres como ella porque tiene que haber de todo. Incluso si se trata de criaturas irritantes e inservibles. Incluso si su voz se te mete como un chirrido en los oídos. La prueba de que seres superiores existen, sin embargo, está precisamente en que en alguna parte habrá alguien hasta para ella. Un pobre estúpido que considere que una mordaza no puede ser una opción. O que no tenga un trozo de tela a mano, como yo, o un pedazo de cuerda para atarla a un árbol y echar a correr en dirección contraria.

    —El camino es una forma más larga y menos pintoresca de llegar al mismo lugar. Además, allí no encontraremos a gente en apuros, a menos que se les haya roto una rueda de su carro. La gente inteligente —me doy un par de toques con el dedo en la sien— sabe que en los bosques están las verdaderas aventuras, porque no han sido domados por la mano razonable y práctica de los hombres. —Hago hincapié en la palabra para dejar claro que eso excluye a las chicas como la que nos acompaña, que gruñe—. En la foresta, el lugar salvaje, los monstruos aún viven y esperan ser derrotados por gallardos caballeros como yo.
    Cuando acabo mi discurso, asiento, convencido. Debería llevar un escriba conmigo para poder dictarle todas estas palabras de sabiduría. Necesitan quedar grabadas en algún sitio. Tal vez pueda conseguir uno en el próximo pueblo.

    —El error de los que sois como tú, los poderosos, es que siempre dais por hecho muchas cosas. —Gruñe mi compañera de viaje—. Creéis que ser más ricos o tener una mejor situación os hace mejores que al resto y que, por tanto, vuestra opinión y decisiones valen más que las de cualquiera. —Abro la boca, para protestar, pero ella alza su mano, deteniéndome en el acto—. No intentes negarlo: ya has demostrado suficientes veces que tengo razón y solo llevamos un día de camino. Es posible que ese hombre… ¿Jacques, has dicho que se llama? Ese hombre, Jacques, sea poderoso, como tú. Que tenga… fuerza e inteligencia. —Bueno, eso lo dudo—. Incluso es posible que sea mejor que tú y que haya hecho más cosas por el pueblo. Pero ¿dónde queda nuestra opinión? ¿No tenemos derecho a elegir qué es lo que queremos? ¿No tenemos derecho a elegir sobre nuestras vidas, sobre quién sería el más capacitado para gobernarnos?

    ¿O te has parado a pensar alguna vez en lo que una mujer vive cuando está obligada a acostarse con alguien? ¿Sabes lo que es que tu cuerpo sea de todo el mundo menos tuyo? —Parece darse cuenta de que todavía la sujeto, y se suelta con brusquedad—. No tienes ni idea de lo que es que tu vida pertenezca a todos menos a ti, o lo que es venderse por unas monedas. Porque no solo se vende lo que hay fuera, príncipe, sino también nuestra dignidad, nuestra vergüenza… ¡Todo! Y luego te usan, se divierten contigo. ¿Y cómo lo soportas? Con una sonrisa, porque es peor si averiguan que no es lo que quieres, porque entonces llegan los golpes y los insultos, y todo el daño que puedan estar haciéndote por dentro al final termina mostrándose en tu cara: a veces con sangre; si tienes suerte, con moratones que se irán en unos días. Si son pequeños, puedes excusarlos y taparlos con maquillaje, pero, oh, si son grandes, entonces dejas de ser tan bonita y dejas de ser tan atrayente y dejas de ganar clientes y dejas de ganar dinero, y entonces eres aún más inútil. Y cuando te curas y vuelves a ser bonita, y vuelves a llamar la atención y a despertar deseo, entonces vuelta a empezar, una y otra vez.

    Decidimos aferrarnos al presente incluso cuando el futuro nos sonríe desde puntos opuestos del mapa.

    Y hasta aquí la reseña de esta obra.
    ¡Nos vemos pronto con la siguiente entrega de la saga!

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